La primera referencia de la palabra “Brand” surge por el 2.000 A.C. y era utilizada para denominar el marcaje físico en las reses.
A partir de ahí, todo empezó a ser marcado. Artesanos marcando sus bienes, imprentas creando marcas de agua en sus papeles y farmacéuticas y tabacaleras marcando sus productos.
Sin embargo, el Branding que hoy en día conocemos explotó en la Revolución Industrial. Por aquel entonces, la marca era básicamente un logo.
La necesidad de diferenciar los productos surgió con el consumismo, a partir de la II Guerra Mundial. La marca se había convertido en una forma de comunicar características y beneficios del producto.
En la década de los 90s, el branding fue clave en el marketing. Se empezó a invertir grandes cantidades en publicidad para vender a los consumidores su marca. Ya no se vende el producto, se vende la marca.
Hoy en día se considera Branding al proceso de creación, desarrollo y construcción de la marca. Todo lo que esta representa y sus valores. Su identidad.
Los consumidores actuales son exigentes y hay pocas cosas que logren conquistarle. Además, vivimos en un mundo competitivo y globalizado en el que la información vuela de un lado a otro en tiempo récord a través de Internet.
Por ello, es importante gestionar y consolidar correctamente la marca para no vernos perjudicados por las nuevas tecnologías de la comunicación.
Vivimos en un mundo cambiante en el que si no nos adaptamos, morimos. El Branding es una reflexión sobre cómo nos ven y cómo queremos que nos vean. Qué podemos cambiar para ser líderes en nuestro sector.
Es un duro proceso de análisis, diseño y estrategia que busca resolver problemas ocultos. El éxito de la empresa depende en gran medida del Branding.
Actualmente, vivimos en un mundo cada vez más competitivo, con una economía globalizada, el desarrollo tecnológico avanza a una velocidad impresionante y unos consumidores exigentes difíciles de conquistar que pueden echar por tierra todo el prestigio de una marca de la noche a la mañana en redes y medios sociales, es decir, en cualquier plataforma de comunicación digital siempre que no gestione correctamente la imagen de una marca.
Pero detrás de todo proyecto exitoso de Branding tiene que haber una historia, un concepto profundo a través del cual desarrollar todas las decisiones y acciones.
El objetivo del Branding es extender la marca en el mercado, posicionarla como un referente y ubicarla en la mente de los consumidores de forma directa o indirecta para:
Si el branding resulta efectivo, la publicidad de la marca será mucho más fácil y su relevancia en los Social Media será más notable. En la era de la Web 2.0 las marcas deben tener en cuenta la importancia de la creación de una comunidad de usuarios que interactúen con ella.
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